El Párense de Manos III que se celebró el sábado en el estadio de Huracán tal vez haya sido el evento más importante del año. Es difícil de comparar con los recitales de grandes artistas como Lali (Vélez) o María Becerra (River), o el propio Dillom (Vélez). Porque en su esencia es completamente diferente. Tal vez haya un punto de encuentro con el festival de Gelatina que se desarrolló un día antes en Argentinos Juniors a cargo de Pedro Rosemblat. Pero el Párense cumplió con su tercera edición y quebró el récord de viewers en simultáneo en Argentina con más de 750.000 personas en vivo siguiendo la pelea de Maravilla Martínez con Pepi Staropoli. Todo de la mano de su anfitrión e ideólogo: Lucas Luquita Rodríguez.

«Parece mentira que hace poco con Rober (Galati, amigo, socio y co-conductor) estábamos volanteando en el Paseo la Plaza», dice Rodríguez de impecable smoking blanco, micrófono vintage y unas 20.000 personas en el Tomás Adolfo Ducó de Parque de los Patricios. Un contraste impactante entre lo que recuerda y lo que vive.
¿Qué ofrece Luquita? Entretenimiento. Es un espectáculo para un público fiel, hincha de sus streamers, que asiste a una cancha de fútbol para ver a otros pibes como ellos subirse a un ring a boxear. El sentido de pertenencia y de identificación es instantáneo. Y es cierto que entre la gente que se mezcla en el Ducó hay familias, chicos y grandes, pero predominan los «pibardos», de veintitantos que emanan testosterona -son GymBro- y tienen sed de violencia, pero sin romper nada. Los chicos no se drogan, no están borrachos, no se ponen violentos entre ellos y casi que ni fuman marihuana. Como en el ring, que las peleas son a tres rounds y los streamers-boxeadores amateurs entran en combate con cabezales y guantes de 14 onzas.
Lucas Rodríguez, Sergio «Maravilla» Martínez y Roberto Galati, en uno de los picos de audiencia de la noche del sábado en el Ducó.
Entre peleas, hay espectáculos musicales: primero están los de Un Poco de Ruido; más tarde los TussiWarriors, después Lit Killah y al final La Mono, el trío de Gaspar Benegas, el guitarrista y principal productor del Indio Solari, líder de los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, que toca Ji Ji Ji para que los chicos y las chicas (porque también hay muchas, vestidas para el boliche) hagan pogo y atraviesa por lo menos a tres generaciones. «En los nervios de esos chicos hay más información del futuro que la que los adultos pueden aconsejarles», había dicho el cantante de Patricio Rey hace un par de décadas en la histórica conferencia de prensa que dio en Olavarría después de que el intendente suspendiera el show de su banda. Todo lo que pasa en el Párense, en el estadio o por la compu, tiene información del futuro.
«Para los pibes que van, ver a sus streamers peleando, caso Mernuel, caso Coker, caso Goncho, es una sensación de idolatría. Por más que todos sepamos que el día siguiente se termina la novela y toda la construcción ficticia de que una persona hace un camino de un boxeador para pelear llega hasta ahí. Todos lo sabemos, salvo los que se lo quieren tomar verdaderamente en serio para generar polémica. Pero todos los demás tenemos clarísimo que cuando el evento termina, volvemos a nuestra casa. Nosotros no somos presentadores de nada, los boxeadores no son boxeadores de nada; los entrenadores sí, porque es gente que trabaja; pero después los que están en el rincón por ahí son amigos. Es decir, todo es una construcción que se hace durante meses. Mostrar cómo es la preparación, es un guión. Porque al final es entretenimiento esa es la finalidad central de lo que hacemos», le cuenta Germán Beder, otro de los conductores de la nave del Párense a Clarín.
La Velada del Año, el modelo que impuso el español Ibai Llanos y marcó el camino
El formato del Párense no es un invento argentino. Antes lo empezó a organizar el reconocido streamer y empresario Ibai Llanos en España. Ibai, nacido en Bilbao hace 30 años, lleva ya cinco eventos de boxeo amateur entre influencers y cada año bate récords de audiencia. Los primeros fueron en Barcelona, pero para el tercero pasó al estadio Metropolitano de Madrid, con capacidad para 70.000 personas y al año siguiente saltó al Santiago Bernabéu, la casa del Real Madrid. Este 2025 fue el estadio La Cartuja, de Sevilla, el que lució repleto. Y entró en el libro de Récord Guinness por superar los 10.8 millones de espectadores en simultáneo en su transmisión en vivo a través de Twitch.
Por allí pasaron los argentinos Momo (Gerónimo Benavides) que tuvo un combate memorable con Viruzz, también Gaspi y Tomás Mazza, que también cayó ante Viruzz y este sábado cerró el Párense con su pelea ante Gero Arias, un chico que había convocado a una multitud en el Obelisco para hacer 365 dominadas. Martín Pérez Disalvo -mejor conocido como Coscu- se subió al ring para combatir ante el chileno Germán Garmendia. Y son nombres poco relevantes para el público en general, pero masivos en las redes sociales, en el mundo del stream y en las nuevas generaciones. También tocaron María Becerra, Duki, Nicki Nicole y Bizarrap, entre otros artistas argentinos.
Jake Paul vs Anthony Joshua, el youtuber que saltó de la pantalla al ring profesional
La invasión de influencers y streamers al mundo del boxeo también es una revolución en la capital mundial del entretenimiento: Estados Unidos. El youtuber Jake Paul también peleó este sábado. En sociedad con la plataforma Netflix, a cargo de la transmisión del evento, Paul embolsó 92 millones de dólares por su combate ante Anthony Joshua, campeón olímpico en Londres 2012 y dos veces campeón mundial de los pesados.
Ocurrió lo obvio: cuando un boxeador amateur o semi-profesional se enfrenta con un campeón del mundo el resultado puede ser trágico. El violento nocaut del británico en el sexto round le provocó una doble fractura de mandíbula al youtuber, que igual desafió a Saúl Canelo Álvarez desde el hospital para su próxima pelea.
Joshua deja fuera de combate a Jake Paul. (AP)
Cinco años y medio después de obtener su licencia profesional en Florida y debutar con un triunfo ante el youtuber Ali Eson Gib, Jake Paul logró progresar en el boxeo a fuerza de inversión, entrenamiento y constancia. Aunque mejoró su nivel, todavía no consiguió despegar del todo la etiqueta de “influencer” cuando se evalúa su recorrido arriba del ring.
Para consolidarse, eligió distintos caminos: venció a figuras de otras disciplinas como Nate Robinson, Anderson Silva y Tyron Woodley; enfrentó a boxeadores de bajo perfil y sufrió su única derrota -hasta el sábado- cuando subió la exigencia, ante Tommy Fury en 2023. Su pelea más polémica fue la victoria sobre Mike Tyson, de 58 años, que generó duras críticas deportivas pero un impacto comercial récord.
El negocio volvió a imponerse al debate deportivo: el evento con Tyson llenó el AT&T Stadium y fue un éxito global en streaming. Más recientemente, Paul sumó un triunfo relevante al vencer por decisión unánime a Julio César Chávez Jr. el 28 de junio de 2025, en Anaheim, en peso crucero.
Párense de Manos III, una velada de boxeo que no es boxeo
En Huracán pasa de todo, en más de 9 horas (las puertas del Ducó se abrieron a las 16 y el último combate terminó pasada la 1 a.m. del domingo): hay cumbia, pero no es un show de cumbia; hay hip-hop, pero no es un show de hip-hop; hay rock, pero no es un show de rock. Y de la misma manera hay boxeo, pero no es una velada tradicional de boxeo. Y ese es el principal punto de las críticas que llegan desde «el noble arte del pugilato». Sin embargo, Goncho Banzas le gana por un nocaut estremecedor a Grego Rosello y en la pelea de fondo Gero Arias y Tomás Mazza se entregan enteros en el ring, sin cabezales, en un combate de buen nivel y alto voltaje.
«Bombas»
Por las tremendas bombas que le metió Goncho Banzas a Grego Rosello vistas desde la primera fila. pic.twitter.com/WurzGbplU5
— Tendencias en Argentina (@porqueTTarg) December 21, 2025
«La disputa con el boxeo tradicional no tiene ningún sentido, esto es entretenimiento, está clarísimo. Nosotros siempre intentamos acercarnos a la disciplina con respeto, con cercanía, hicimos el año pasado cosas en la FAB, tratamos que todos los boxeadores que quieran sumarse tengan su espacio. Es raspar, yo lo considero un poco injusto porque de nuestro lado siempre tuvimos el objetivo de acercarnos con respeto, tratando con absoluto detalle y decoro cualquier cosa que viniese de boxeadores, de especialistas, siempre tratando de validar esa opinión. Cuando pelea Maravilla relata Walter Nélson para que no estemos hablando pelotudeces nosotros. Muchas cosas que no son tenidas en cuenta porque cuando un evento de una dimensión así crece tanto es inevitable que haya una polémica. Y no estoy de acuerdo para nada», apunta Beder.
Esteban Lamothe, actor y fanático del boxeo, camina junto a su hijo por los pasillos del Ducó. «Vine porque mi hijo me dijo, yo no conozco mucho del mundo de los influencers. Creo que le suma gente al boxeo, que es lo más importante. Hace que la gente esté conectada, aunque sea de una forma lateral, con el boxeo».
Y agrega: «Yo creo que hay que recibirla con los brazos abiertos y pensar que le suma al boxeo. Obviamente si yo quiero ver una pelea de boxeo voy a la Federación que hoy (por el sábado) pelea Sansón Rosa, de hecho. Y Kevin Ramírez que hoy fue campeón en Arabia Saudita. Me parece que son cosas distintas y me parece también que está buenísimo abrirle la puerta a los chicos que están haciendo este espectáculo donde influencers, actores o músicos vienen a subirse, es válido, promueve el deporte. Me parece que está buenísimo».
Lamothe se refiere al riojano José Sansón Rosa, quien retuvo el cinturón latino superligero del CMB este sábado en la FAB. También Jennifer Meza se consagró campeona latina átomo de la OMB y Silio Vilte defendió con éxito el título argentino superligero. Además, hubo triunfos de Alan Arias, Luciano Amaya, Isaías Garay, Kevin Gómez y Javier Pozo.
En el combate principal, Sansón Rosa resolvió rápido un duelo que en la previa asomaba exigente y venció por nocaut técnico en el primer round al uruguayo Juan Pablo Ilharregui. El riojano impuso condiciones desde el inicio, derribó a su rival con una derecha plena y cerró la pelea con una ráfaga de golpes tras la cuenta de la árbitro. Así completó un 2025 perfecto, con cuatro victorias por la vía rápida, todas en la FAB, luego de haber dejado atrás su única derrota profesional sufrida en 2024 en el exterior.
El Toro Marcelo Fabián Domínguez, campeón mundial Crucero del CMB entre 1995 y 1998 con cinco defensas exitosas, aporta su mirada ante la consulta de Clarín: «Creo que el evento como espectáculo en sí es fabuloso, fueron creciendo evento tras evento y lograron llamar la atención de todos. Muchos hablan bien, algunos por ahí no. Pero como decía Salvador Dali: ‘que hablen bien o mal, pero que hablen’ y ellos lo han logrado. Creo que opinar sobre un evento que se realizó tres veces a estadios colmados, la respuesta es más que obvia».
«Por el lado del boxeo. En parte sí, debería aprender y copiar algunas cosas, y recapacitar si se están haciendo bien algunas cosas», agrega.
Domínguez formó parte del Párense de Manos III: se encargó de la preparación del periodista de TN y el canal de streaming Blender, Manu Jove, que le ganó por KOT en el tercer round a Mariano Pérez, un influencer y streamer libertario del canal Carajo y panelista del Gordo Dan.
«Mi participación con Manu (Jove), fue a través de un amigo en común que tenemos y este lo convenció a que venga a trabajar conmigo. No fue fácil, ya que era un fumador, y eso le jugaba en contra, encima estaba su casamiento en el medio, así que aprovechamos cada momento que teníamos, el cual no era mucho precisamente, pero él se prestó siempre a hacer las cosas como eran debidas. Fue así que arriba del ring no se notó un tipo con falta de aire. Sí lo lógico por ser una persona que lo hacía por primera vez. Entendió todo lo que hablamos y ustedes vieron cómo domino el tema de salir a una cancha llena a subirse a cagarse a piñas por primera vez. Una cosa que no es fácil de dominar esos nervios, creo que en eso se sacó un 10. Lo demostró con su salida y lo hecho en el ring», resumió el Toro.
Sobre la disputa entre el boxeo tradicional y el evento de influencers que se animan a boxear, Domínguez da su mirada: «Yo puedo opinar por mí, no les puedo decir a otras personas si están equivocadas o no por lo que piensan, tendrán sus razones. Esto no es boxeo, son peleas. El boxeo es un arte y esto es un espectáculo. Creo que no le quita público o gente al boxeo, al contrario. Por ahí incentiva a muchos a practicarlo. Y por parte del público, creo que el mismo deporte al no hacer bien las cosas, se lo quita solo propiamente».
Y qué tiene para decir el cerebro detrás del Párense: «Uno utiliza la plataforma deportiva, en este caso el boxeo porque el boxeo es el deporte más cinematográfico, más poético de todos. Pero bueno, la gente no está peleando por nada, sin embargo vos ves ahí a la gente y decís ‘acá está pasando todo’. Vos ves esa imagen y decís ‘están peleando por todo; acá está pasando algo, algo importante’. Eso es lo más significativo, es increíble, poder contar una historia, Incluso con todos los que se enojan en la mitad que dicen ‘me cagaron la pelea’. Hay algo, incluso con todo eso que levanta, es increíble poder construir el evento que todo el mundo está mirando desde su casa de entretenimiento».
Beder profundiza: «Es un poco lo que genera la mezcla de hacer un espectáculo de entretenimiento con deporte. Esto ya se hace con partidos de fútbol, Ibai lo hace desde hace 4 o 5 años. No es algo que impusimos nosotros sino que es una tendencia global. Nosotros nos sumamos y tratamos de hacerlo con nuestro estilo, con nuestra manera de comunicar y convocando personajes que mueven mucho para que el evento tenga una masificación en tiempos donde es tan determinante ser viral y creo que lo conseguimos. Es un evento ya instalado, que trata de acercar a la gente, hay mucha gente trabajando detrás y se trabaja durante varios meses del año haciendo un esfuerzo bastante marcado por estar a la altura, porque se vea bien, que la comunicación sea buena… Hay un trabajo muy grande detrás».
Lucas Rodríguez se define como comediante y conductor de «Paren la Mano» el exitoso programa de Vorterix que comparte con Roberto Galati, Germán Beder, Alfredo Montes de Oca y Joaquín Cavanna. Desde tirar volantes en el Paseo La Plaza, al streaming y luego a ser socio de Mario Pergolini y de Migue Granados y a llenar estadios. Sus compañeros lo definen como «un animal de trabajo» y «una cabeza diferente». «Cada vez la vara está más alta. Tuvimos la suerte de poder romperla nuevamente y bueno, contento, ya está, terminó el año», cerró Luquitas desde Huracán y le hizo un guiño al cronista cuando le preguntó si habrá Párense de Manos IV. Esto recién empieza.
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